Skip to main content

Rosie the Riveter y Las Mujeres Que Fueron Pioneras de la Revolución Digital

Roland Alston, Appian
July 11, 2019

<figure class="wp-caption alignleft" id="attachment_37749" style="width: 232px"><a href="https://assets.appian.com/uploads/assets/sites/4/2019/07/Rosie-The-Riveter_2019-06-275949_crop_v.2-XL.jpg"><img alt="" class="wp-image-37749 size-medium" height="300" src="https://assets.appian.com/uploads/assets/sites/4/2019/07/Rosie-The-Riveter_2019-06-275949_crop_v.2-XL-232x300.jpg" width="232"/></a><figcaption>«Tengo mil preocupaciones, pero ninguna es el desarrollo de software».</figcaption></figure>

Para fans del girl power, el meme de Rosie the Riveter representa esa actitud feroz de «nosotras podemos» que animó a millones de mujeres a incorporarse al trabajo industrial durante la Segunda Guerra Mundial. Pero no deje que le engañen las formas retro de Rosie. Ahora es más relevante que nunca, con la asombrosa victoria en el mundial del equipo de fútbol femenino estadounidense, la increíble racha en Wimbledon de la estrella adolescente Cori «Coco» Gauff y la fantástica evolución del desarrollo de software, en el que las mujeres fueron pioneras.En la era en la que el software lo conecta todo, Rosie nos recuerda cómo han contribuido las mujeres a la revolución digital. También nos inspira a enseñar músculo y enfrentarnos a los estereotipos de género.

Pero también es importante recordar que los estereotipos de género no son solo problema de las mujeres. Es un error del sistema que nos afecta a todos. <a href="https://www.mckinsey.com/featured-insights/employment-and-growth/how-advancing-womens-equality-can-add-12-trillion-to-global-growth">H</a><a href="https://www.mckinsey.com/featured-insights/employment-and-growth/how-advancing-womens-equality-can-add-12-trillion-to-global-growth">ay</a> estudios que muestran que priorizar los ascensos laborales de mujeres y la igualdad salarial añadiría la asombrosa cantidad de 12 billones de dólares a la economía para 2025.

<h2>Houston, ¡Tenemos un Problema!</h2>

En resumen: la igualdad de condiciones para las mujeres en el sector de la tecnología podría impulsar más que nunca la innovación y el crecimiento económico. Y, sin embargo, cuando hablamos de líderes de la revolución digital, las figuras masculinas tienden a llevarse todo el prestigio. Lo irónico es que las mujeres fueron pioneras del desarrollo de software que allanó el camino de los viajes espaciales y la transformación digital. Hablamos de figuras ocultas como <a href="http://mentalfloss.com/article/53131/ada-lovelace-first-computer-programmer">Ada Lovelace</a>, la matemática británica del siglo XIX que escribió el primer programa de ordenador, y pioneras del software como <a href="https://lemelson.mit.edu/resources/grace-murray-hopper">Grace Hopper</a>, <a href="https://www.nytimes.com/2017/06/04/technology/obituary-jean-sammet-software-designer-cobol.html?module=inline">Jean E. Sammet</a>, <a href="https://ethw.org/Oral-History:Frances_%22Fran%22_Allen">Fran Allen</a>, <a href="http://braythwayt.com/posterous/2012/03/29/a-womans-story.html">Arlene Gwendolyn Lee</a> y <a href="https://scientificwomen.net/women/vaughan-dorothy-103">Dorothy Vaughan</a>.

Todas ellas nos enseñaron a crear aplicaciones de ordenador antes de que existiera la programación de software. Además, Lee y Vaughan eran mujeres negras. También merece la pena mencionar que la mitad del personal que programó el primer ordenador digital militar de Estados Unidos eran mujeres.

<h2>Un Rayo de Esperanza</h2>

Las cosas empezaron a cambiar en la década de 1980. Este es el momento en el que empezó a aumentar considerablemente la demanda de ordenadores personales y aplicaciones a medida, y la proporción de mujeres especializadas en informática cayó del 37 % a tan solo el <a href="http://www.aei.org/publication/chart-of-the-day-the-declining-female-share-of-computer-science-degrees-from-28-to-18/">18 %</a> que tenemos hoy. Quizás haya un atisbo de esperanza en el hecho de que el índice de graduación de mujeres informáticas ha vuelto a aumentar, hasta el punto de que más de la mitad de las nuevas graduaciones y nuevas incorporaciones a plantillas de desarrollo junior son mujeres.

Por otra parte, un número desproporcionado de mujeres se atasca en puestos junior, lo cual explica la diferencia que existe en puestos directivos de muchas grandes empresas. Por ejemplo:

<ul>

<li>En las 1000 empresas más grandes de Estados Unidos (por ingresos), solo el 19 % de los CIO son mujeres</li>

<li>En las empresas de la lista Fortune 500, solo el 17 % de los CIO son mujeres</li>

<li>En las empresas de la lista Fortune 100, solo el 22 % de los CIO son mujeres</li>

</ul>

Así lo indica <a href="https://www2.deloitte.com/content/dam/insights/us/articles/4348_smashing-ITs-glass-ceiling/4348_Smashing-ITs-glass-ceiling.pdf">Deloitte.</a>

Esto conecta con una noticia que vi hace poco en el New York Times que contaba que, el mismo día que el equipo estadounidense de fútbol femenino ganó el mundial, el masculino perdió en una final regional. Pero, por alguna razón, la cuestión de la igualdad salarial para mujeres inició un acalorado debate, aunque el equipo femenino había generado más ingresos que el masculino.

<h2>Ha Llegado el Momento de Cambiar el Debate</h2>

«Creo que ya hemos visto suficientes preguntas sobre si nos lo merecemos, si deberíamos tener los mismos sueldos, si el mercado es el mismo, bla, bla, bla», dice la centrocampista Megan Rapinoe. «Es hora de pasar a la siguiente parte de la conversación».

Pasa lo mismo con las mujeres en tecnología. Esto me recuerda a una <a href="https://www.appian.com/blog/new-role-for-cios-creating-customer-value-beyond-the-it-estate/">entrevista</a> que hicimos hace poco con Lisa Heneghan, directora global del área de consultoría tecnológica de KPMG. Heneghan dirige una enorme red de más de 10 000 profesionales que ayudan a sus clientes a generar resultados de negocio a partir de estrategias de transformación digital. Como patrocinadora del programa de KPMG «IT's her Future», Heneghan adaptó el argumento comercial para atraer a más mujeres a trabajos tecnológicos y desarrollar de forma proactiva la carrera profesional de mujeres que ya trabajaban en el sector.

«Creo que es el momento perfecto para que mejore de forma masiva la diversidad de la empresa», afirma Heneghan. «Para triunfar en el mundo de la disrupción digital, las empresas tienen que centrarse en sus clientes. Y esto no se puede hacer sin más diversidad».

<h2>Desmontando el mito del «temor de las mujeres a la tecnología»</h2>

<blockquote>«Una de las cosas que me apetece explorar son las diferencias entre las habilidades necesarias en el mundo de la tecnología de hoy en día y las de hace 5 o 10 años, y creo que estas habilidades en realidad coinciden muy bien con los talentos naturales de las mujeres».</blockquote>

Parte del reto, según dice Heneghan, es desmontar el mito de que las mujeres no quieren trabajos en tecnología. Afirma que las habilidades naturales que aportan las mujeres son muy necesarias en la economía digital: habilidades como la colaboración, la predisposición al aprendizaje y la creación de vínculos interpersonales.

Esto se debe a que, en la economía digital, estas habilidades sociales de alto nivel son factores de éxito esenciales. Pero no entendamos esto mal. Esto no quiere decir que no necesitemos también más mujeres con habilidades STEM tradicionales, explica Heneghan. Hay sitio para todas.

«La mayoría de las grandes empresas tiene algún tipo de iniciativa por la diversidad», dice Heneghan. «Pero, para muchas, no es algo vivo que respira y se mueve. En KPMG, intentamos con todas nuestras fuerzas transformar el argumento comercial de la diversidad en beneficios, y estamos progresando en este sentido».

<h2>Por Qué Importa la Diversidad de Pensamiento</h2>

«La diversidad (de género) no es un adorno ni una casilla que tachar en una lista de tareas», explica Heneghan. «Lo cierto es que no se puede ser una empresa centrada en los clientes si no se crea tecnología que funcione para todo el mundo. Y esto no puede hacerse si no se aprovecha también la diversidad de pensamiento de la empresa».

Dicho de otra manera: el buscador de Google indica que las mujeres tienen control o influencia sobre un 80 % de los gastos de consumidores y más de 20 billones de dólares en gastos de consumidores a nivel mundial. Entonces, ¿por qué no priorizan más empresas de tecnología la contratación de una plantilla que se parezca más al público que compra y usa sus productos?«Si se fija en las empresas de mayor éxito», dice Heneghan, «saben que la única forma de triunfar es aprovechar la diversidad de pensamiento. Y es necesario que haya mujeres en el equipo para hacerlo».

¿Están de acuerdo conmigo?