Ahora más que nunca, el sector energético se enfrenta a disrupciones que afectan a los costes, dañan la productividad y amenazan el éxito del sector. Para combatirlo, las empresas buscan implementar nuevas soluciones tecnológicas que les permitan seguir siendo resilientes y ágiles cuando sucede lo inesperado.
A continuación se presentan tres de los disruptores más prevalentes en el sector hoy en día, y cómo las capacidades digitales pueden ayudar a las empresas a responder:
1) Ciberamenazas
Como vimos con el ataque del ransomware de Colonial Pipeline, la amenaza de los ciberataques es muy real y muy perjudicial para el sector y para la sociedad en su conjunto. Por ello, la energía puede convertirse en uno de los sectores más afectados por los ciberataques en el futuro.
Es fundamental que las empresas dispongan de una tecnología que no solo ayude a anticiparse y prepararse para posibles ciberataques, sino que también permita una respuesta eficiente y eficaz a dichos ataques para que las empresas puedan recuperarse lo antes posible.
Estas son algunas de las capacidades clave que hay que buscar a la hora de elegir una solución que ayude a combatir las ciberamenazas:
- Identifica las áreas de riesgo potencial en las que podrían producirse amenazas.
- Reduce el riesgo con los pasos de verificación de seguridad establecidos.
- Aumenta la responsabilidad y la comunicación entre las principales partes interesadas.
- Proporciona flexibilidad para adaptar los procesos de seguridad en función de los conocimientos internos y externos.
2) Catástrofes naturales
En los últimos meses, las catástrofes meteorológicas, como los incendios forestales y las tormentas de nieve, han dificultado el funcionamiento y, en algunos casos, han dejado a muchas personas sin electricidad durante días. Las empresas energéticas han tenido que responder rápidamente para poner en marcha las operaciones y devolver la seguridad a sus clientes. Sin embargo, una respuesta rápida puede resultar difícil cuando los procesos internos son ineficaces y la comunicación está aislada.
Para estar mejor preparadas para las condiciones meteorológicas extremas, las empresas tendrán que mejorar la colaboración y aumentar la flexibilidad para poder mantener las operaciones durante una desrupción.
He aquí algunas de las capacidades clave que hay que buscar a la hora de elegir una solución que ayude a hacer frente a los incidentes meteorológicos:
- Conecta todas las fases del incidente con procesos automatizados para mejorar la eficacia de la respuesta.
- Moviliza al personal involucrado con facilidad de escalamiento, notificaciones y colaboración.
- Proporciona informes a las partes interesadas para mantener el control y la visibilidad de los progresos realizados.
- Organiza las inspecciones sobre el terreno y el mantenimiento preventivo para garantizar que los activos estén preparados para los incidentes.
3) Sostenibilidad
Cada vez es más urgente que el sector adapte sus operaciones para cumplir una norma más ecológica y sostenible. Esto se debe, en parte, a la creciente normativa y a la presión de los inversores para que se cumplan determinados requisitos de sostenibilidad.
Las empresas tendrán que replantearse su forma de actuar y proporcionar informes precisos sobre todas las prácticas que se lleven a cabo para garantizar que sus iniciativas de sostenibilidad vayan por el buen camino.
Estas son algunas de las capacidades clave que hay que buscar a la hora de elegir una solución para la sostenibilidad:
- Aumenta la flexibilidad del proceso para abordar los criterios de sostenibilidad en constante evolución.
- Proporciona una visión unificada de todos los datos necesarios para la elaboración de informes, como los indicadores de rendimiento y los parámetros de riesgo.
- Se integra con otros sistemas de la empresa para acceder a la información necesaria e identificar las áreas del proceso que causan despilfarro.
La resiliencia es el futuro del sector energético.
Aunque la disrupción seguirá siendo una constante en el sector energético, la innovación tecnológica está ayudando a las empresas a mantener su resiliencia y les permite pivotar sus operaciones en función del futuro del sector.
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